Fallece Escalador Frances mientras escalaba.

Morir en la montaña, en la roca.  Morir viendo al sol y a la luna al mismo tiempo sobre las nubes mientras que tu ùltimo suspiro se funde en la tierra.   El sueño de muchos: vivir y tambièn morir acariciando la frialdad y belleza de muros interminables.  Sueño que muchos acariciamos y tan solo unos cuantos afortunados podràn encontrar.

Una vida de grandes ascensos.  De muchas cordadas.  Tantos metros de cuerda recorrida hasta convertise lentamente en kilòmetros y cientos de historias compartidas.  No fue el temido accidente que a muchos novatos los hace pensarlo dos veces antes de intentar calzarse los pies de gato -que bien en el caso de nuestro persona, las botas rìgidas de alta montaña-. Simplemente, sin la necesidad de grandes aspavientos y en medio del respetuoso silencio de los compañeros de ascenso, el corazòn de Raymond se detuvo despuès de casi 80 años de haberlo acompañado a alcanzar fronteras que solo se encuentran a las puertas del cielo.

El gran pirineísta francés Raymond Despiau falleció el pasado domingo 6 de octubre a los 78 años de edad mientras escalaba en cordada de tres con Pierre Viorrain y Michel Fabbro en Les Moles del Pessó (Collegats, Lleida). Según ha informado Mamerto Montañés, del Centre Excursionista de Lleida que escalaba tras la cordada francesa, Despiau y sus dos compañeros se hallaban en el segundo largo de la vía Performance cuando sufrió el ataque al corazón que acabó con su vida.

“Ocurrió hacia mediodía del domingo”, puntualizaba Mamerto Montañés, “cuando llegamos a la vía, había una cordada que estaba acabando y otra a la mitad de la segunda tirada. Mientras nosotros hacíamos el primer largo, vemos que de arriba tiran una cuerda, pero no doblada para hacer rápel… nos extrañó. Ya en el segundo largo, vemos más bucles de cuerdas que bajan. Les preguntamos qué hacían y qué pasaba y nos contestaron que al compañero le había dado un ataque y que estaba muerto”. Inmediatamente, la cordada catalana inició también el descenso, al igual que Pierre Viorrain, que fue en busca de los Mossos d’Esquadra a La Pobla de Segur (no hay cobertura en el lugar).

Dos helicópteros de los Bomberos de la Generalitat sobrevolaron el lugar, que por lo visto no era adecuado para una evacuación aérea, con lo que los miembros de los equipos de rescate tuvieron que alcanzar escalando y rapelando el lugar de los hechos. Allí se había quedado Michel Fabbro junto al cuerpo de Raymond Despiau, que posteriormente fue trasladado a Lleida para la correspondiente autopsia.

Según cuenta Mamerto Montañés, Pierre Viorrain explicó que Raymond Despiau no había tenido ninguna caída y, aunque padecía del corazón, habían estado escalando sin problemas un par de semanas atrás en Escales. La vía Performance (210 m, V+, abierta por Ballart y Hurtado en 1991) es una de las clásicas más concurridas de Collegats, ya que se encuentra reequipada con parabolts y es muy segura. Para alcanzar el pie de vía, es necesaria una aproximación de unos 40 minutos desde la carretera.

Uno de los grandes pirineístas

Raymond Despiau, nacido el 20 de enero de 1935, fue uno de los grandes nombres del pirineísmo, especialmente activo durante las décadas de 1960 y 1970. Residente en Bagnères-de-Bigorre, se dedicó profesionalmente a la astronomía, trabajando como investigador en el Observatorio Pic du Midi, desde donde participó en el descubrimiento de Helena, uno de los satélites de Júpiter, en 1980.

Conoció la escalada en la escuela de Fontainebleau, y se encordó regularmente con escaladores de la talla de Patrice de Bellefon o Jean Ravier, entre otros. Seguramente la vía más famosa entre sus numerosas aperturas es el Spigolo (250 m, ED inf) en el espolón sur de la Petite Aiguille d’Ansabère en 1967, cuya parte inferior equipó con A. de Boysson y cuya parte superior lo hizo con Jean Claude Luquet; además, realizaría la primera integral con Patrice de Bellefon.

Sus primeras realizaciones datan de finales de los cincuenta. En 1957, lograba la primera de la cara este de la Grand Aiguille d’Ansabère (300 m, 6a+, MD), con Patrice de Bellefon, Jean Ravier y Claude Dufourmantelle. En 1959, de nuevo con Patrice de Bellefon y Jean Ravier además de con B. Grenier, abrían el Pilar Sur (ED-, 6b+) del Grand Pic d’Ossau.

De su actividad en los años sesenta, son especialmente reseñables la primera invernal de la Salida de los Españoles al Couloir de Gaube, con Patrice de Bellefon en 1964. O la apertura de la Despiau-Ferrané en la cara sureste del Petit Pic d’Ansabère, con Jean-Louis Ferrané también en 1964. En 1965, volvía a hacer cordada con Patrice de Bellefon para abrir el espolón Norte de la Pique Longue de Vignemale. Y de 1969 es la exigente Despiau-Luquet (500 m, ED+, A3, 6b+), también en el Vignemale.

En los años setenta todavía mantuvo un excelente nivel, que le permitió realizar primeras ascensiones como la del Pilar de Primavera al Gallinero, en Ordesa, con Jean-Pierre Barokas en 1974. El mismo año en que realizaba la cara norte del Petit Astazou, con Gérard Battaia y Alain Nicollet. En 1975, con R. Bataille se anotaba la segunda repetición de la Rabadá-Navarro al Mallo Firéde Riglos, considerada durante muchos años como la vía más difícil de España. Y en 1977, firmaba la primera al Pilar Norte (V+, A3) de la Grande Aiguille d’Ansabère, otra vez con Jean-Pierre Barokas.

Además de ser buen conocedor de los Pirineos, Raymond Despiau también escaló buena parte de las vías más duras de la época en los Alpes, como la cara norte del Eiger, así como en montañas de otros lugares del planeta, como la isla de Córcega, el argelino Hoggar (Audoubert-Bonnefant-Despiau-Ravier al In-Akoulmou), el Cáucaso o incluso el Everest, donde participó en la expedición de Pierre Mazeaud de 1978.

Fuente: Introducciòn del artìculo, Nora Granja de Mtnez.

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