Los océanos representan más del 70% de la superficie terrestre y albergan el 97% del agua que existe en el planeta. Debido al gran volumen que ocupan, alrededor del 99% del volumen terrestre total, estas grandes masas de agua salada representan el hogar de miles de especies vegetales, animales, bacterias y de otros microorganismos, así mismo, son una importante fuente de recursos naturales (energía, alimento, minerales, etc.).
Desgraciadamente, el ser humano ha encontrado otra forma de obtener provecho de estos inmensos espacios acuáticos, convertirlos en los nuevos vertederos humanos lo que se traduce en la contaminación de los océanos.
Qué es la contaminación marina
La contaminación marina es el resultado de la contaminación de los océanos. Hasta la década de los 70 se tenía la creencia popular de que debido a la gran cantidad de agua que hay en los océanos, esta tenía la capacidad de diluir todos los contaminantes sin generar consecuencias en el medio. Durante esos años se vertieron a los mares toda clase de químicos, aguas residuales sin tratamiento, e incluso residuos radiactivos, con la esperanza de que desaparecieran en el profundo azul.
Sin embargo, lejos de diluirse estos contaminantes se han ido acumulando tanto en el agua como en las cadenas tróficas y, además, han conseguido distribuirse por todo el planeta llegado a lugares donde la actividad humana no está tan presente, como la fosa de las Marianas o la Antártida.
Consecuencias de la contaminación marina
Las consecuencias de la contaminación son muy diversas y ya se están dejando notar.
Las islas de plástico
La eutrofización y la falta de oxígeno
Acidificación de los océanos
Pérdida de biodiversidad por la contaminación marina